Me enamoro fácil y caigo en tus garras
de lobo mal herido,
me aplastas y ahogas
tanto como el hielo de invierno
en mi espalda
blanca y debilucha.
No puedo respirar,
pero prefiero esto a un nuevo
abandono,
prefiero tu daño ante tu indiferencia.
Tu hablas
hablas
hablas tu.
Tus palabras crueles
me incitan al llanto eterno,
ojos irritados tengo por
tu culpa amor mio,
ya no veo nada mas que
tu sombra llendose
por ahí
donde el día es mas claro
y el mar tibio.
Mi cabeza no entiende
la locura de mi corazón
que te ama sin razón,
con toda tu maldad y
tu manto de cariño falso
que me cubre en el dolor
que tu mismo siembras
en mis días.
Cada noche en el desvelo
ruego a Dios por tu regreso,
y deseo como nunca
el peso de mi ser
sobre el tuyo
blanco y gracioso.
Tal es mi anhelo que cerrando
los ojos acaricio mi cuerpo
y canto bajito
la canción mas triste
que jamas escuche.
Estoy tan dolorida
amor mio,
al mirar el cielo la luna
esperanzas me da al verme
tan sola y herida
en esta cama tan grande
y fea.
Me dice que te espere
hasta mañana
o mañana mañana
hasta muchos mañanas.
Las estrellas se reflejan
en el cielo como mi cara
en el brillo de tus ojos
de perro desvalido
que me hacen perdonar
una y otra ves
todas tus violentas tardes
en mi vida.
Me he enamorado tantas veces
de ti y de otros,
siempre como la primera ves;
No aprendo a tener precaución
y me entrego por entero
al primero que me haga olvidarte ,
al primero que me demuestre
su amor.
Perdona mis engaños
amor mio,
soy tan débil
que sin el cariño y la canción
me muero en vida
sintiendo sus ausencias como
el peor de los males.
Me rindo ante tu presencia
de siervo arrepentido
y te creo todito
sabiendo que no lo tienes merecido,
yo te recibo
feliz
pensando, diciéndome siempre
que es la ultima ves.
Me agarras,
me arrimas a ti,
me tomas en tus brazos
traspasándome tu amor
tan poco duradero,
tan frágil y mentiroso.
Pero no puedo dejarte escapar,
me aferro a ti
amor mio y te amo
mas que ayer,
y aunque vuelvas a partir
estaré aquí llorándote
hasta que escuches mi lamento
y vuelvas a mi.
Llantos de niño
me hacen olvidar
toda tu locura,
y seco tus lagrimas
de recién nacido
con besos enamorados y contentos;
Te ves tan desprotegido
y miedoso,
¿Como podría abandonar
tan bellos ojos que me
miran con tal desesperación?
me hundo en ellos
y siento que el corazón
se me va a salir
del pecho para afuera
o por la misma boca
que te habla y te besa.
Lo siento también cuando
tus labios se juntan con los míos
y no hay mas
que nosotros dos.
Se me sale ademas cuando
veo la mentira escondida
en tus palabras bonitas,
cuando veo la traición
de tus partes al hacer el amor.
Se me sale el corazón
cuando el día que empieza,
empieza sabiendo que volviste
a correr a campos lejanos
sin mi.
Me enamoro fácil y caigo en tus garras
de lobo malherido,
me enredas entre tus piernas
y te absorbo con
mi respiración,
te saboreo,
te mastico,
te trago
y te vomito
para que vuelvas a
hacer de mi
el poema mas trágico
y bello
que no se hizo jamas.